Por: Hugo Supo
El presidente de
la República, Martín Vizcarra, ha planteado una agenda de cinco
puntos para el próximo Congreso de la República: reforma del
sistema de justicia, reforma política, descentralización efectiva,
lucha contra la corrupción y fortalecimiento institucional.
Pero
esa agenda sigue siendo gaseosa para el pueblo peruano, porque más
allá de los debates reformistas y los vacios que contienen cada
propuesta, vemos con preocupación el estancamiento de la economía y
de la inversión pública y privada.
En el caso de Puno, las
lluvias de los últimos días nos enrrostran la incapacidad del
Estado para darle continuidad al proyecto del Drenaje Pluvial, tan
necesario en estos tiempos en Juliaca y ciudades de similares
características.
Tenemos también hospitales que están
paralizados, atrasados o abandonados, mientras el poblador de a pie
sufre las consecuencias de carecer de centros de atención adecuados,
viéndose obligado a acudir a otras ciudades como Arequipa.
La
agricultura y ganadería la pasan peor, porque la descapitalización
del campo es una constante. Los esfuerzos individuales, de
asociaciones o proyectos no gubernamentales, no podrían -por sí
solos- jalar ese coche. Hasta ahora, la reforma del Ministerio de
Agricultura es un poema.
Y así podemos enumerar los proyectos que
siguen en lista de espera: la autopista Puno-Juliaca, las plantas de
tratamiento del lago Titicaca, el gas para el Altiplano,
etcétera.
Debe ser labor de los electos congresistas plantear una
agenda más amplia, que no solo se concentre en reformas
distractoras, sino en reactivar los motores del país.
Particularmente
en el Altiplano, debe volver a convocarse a la Bancada Puno con el
fin de fijar objetivos comunes. Destrabar las obras es una tarea
inmediata.
Ahora es cuando queremos verlos trabajar señoras y
señores congresistas, luego no se quejen por el “poco tiempo“
que tuvieron la oportunidad de servir al pueblo. (Correo Puno Juliaca
06/02/20 Foto. Difusión)