lunes, febrero 10, 2014

La des-legitimada concentración de medios en el Perú

Por: Hugo Supo

En el año 2013 se ha escrito uno de los capítulos más controversiales de la prensa escrita en el Perú. Tras varios meses de negociaciones y reuniones, el Grupo El Comercio (1) adquirió el 54 por ciento del área de producción y distribución del Grupo Epensa (2), generando con esta acción una campaña mediática contraria por parte del Grupo La República (3) que vio frustradas sus intenciones de concretar dicha compra.
La campaña desatada por La República aduce que la adquisición que hiciera El Comercio a Epensa contraviene a lo señalado por la Constitución Política del Perú y es un peligro para la libertad de prensa en el Perú, la nomenclatura acuñada para este fenómeno fue: concentración de medios.
La compra de Epensa significó para El Comercio pasar a dominar el 77 por ciento del mercado de venta de diarios en Perú, vale decir, el más alto nivel de lectoría con los diarios y revistas que edita en la actualidad.
El periodista Ricardo Uceda escribió para la revista Poder el resumen de los hechos. Epensa (Correo, Ojo, Ajá, etc.) estaba a la venta. Chicho Mohme, dueño de La República, iba a comprarlo pero finalmente, El Comercio acudió al rescate de la familia Agois (que no quería vender a un grupo de izquierda).
Aquí hay que hacer hincapié en el sentido de que en realidad, Epensa jamás ha querido vender acciones, sino fue el empresario Gustavo Mohme quien se acercó y motivó la transacción con un grupo de los accionistas. Eso obligó a los minoritarios de Epensa acudir a El Comercio para que mediante un préstamo pudieran ejercer su derecho a preferencia. (AGOIS, 2013)
Antes de que El Comercio se hiciera de la empresa de los Agois, la participación de Epensa en el mercado nacional de venta de ejemplares de diarios era de 28,56 por ciento, de acuerdo con cifras de la Sociedad de Empresas Periodísticas del Perú (SEPP). El Comercio tenía 49,3 por ciento y el Grupo La República 16,39 por ciento. Si La República hubiera comprado, su participación en el mercado subía a 44,94 por ciento, aún inferior al 49,3 por ciento de El Comercio. Ahora este ha subido a 77,86 por ciento, quedándose La República con 16,39 por ciento.
Ante este panorama, ocho periodistas de Lima, entre ellos el propio presidente de Directorio de La República, Gustavo Mohme, presentaron una Acción de Amparo ante el Poder Judicial. Tal demanda fue admitida por el Cuarto Juzgado Constitucional de Lima, que atiende la jueza Lizy Béjar Monge y su camino está rumbo a una decisión que se dará a conocer en meses próximos.
Ahora bien, la compra de Epensa por El Comercio y la campaña generada por La República ha provocado un debate nacional, de mayor incidencia en las redes sociales virtuales, por dos temas: libertad de prensa y libertad de empresa.
Veamos entonces si realmente es motivo de alarma para los ciudadanos peruanos esta disputa de empresas privadas, si hay concentración de medios o es el nivel de lectoría de lo que se trata, además si el modelo económico impide la práctica que en el momento se cuestiona al Grupo El Comercio.

Una mirada a Latinoamérica.

La concentración de medios no es novedad en el mundo, de manera particular en Latinoamérica se ha cuestionado a los principales conglomerados empresariales de actuar de manera monopólica y en perjuicio de la libertad de prensa, la que como se sabe es esencial para garantizar la democracia.
Argentina puso en debate desde el año 2009 con la Ley N° 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual; ya en el 2013 la Suprema Corte de Justicia de Argentina declaró la constitucionalidad de la “Ley de Medios”, que enfrentó al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el Grupo Clarín.
Este enfrentamiento que ha rebasado los niveles mediáticos a los políticos, se dio a consecuencia que desde el año 1999, el Grupo Clarín se convirtió en una de las empresas más poderosas de ese país y de Latinoamérica, este grupo participa de 17 empresas de publicaciones e impresiones, posee 240 licencia de televisión por cable, 15 de radio y televisión abierta y 3 en internet.
El gobierno uruguayo ya tiene en agenda la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el proyecto está en el Parlamento en mayo del año pasado, con el que se pretende “regular el sector, por considerarlo de interés público, mediante reglas que permitan un sistema con competencia equilibrada, pluralista y de acceso universal”. (CASTRO, enero 2014)
Ecuador es otro de los países donde las relaciones entre gobierno y prensa se han convertido hasta en beligerantes. El presidente Rafael Correa declaró: “Los monopolios mediáticos son uno de los más grandes problemas planetarios. En Ecuador la banca y los medios de comunicación ya no pueden tener vínculos”.
En este país se aprobó una nueva Carta Magna en el año 2008, y en ese marco también se aprobó en el 2013 la “Ley de Comunicación”, trayendo cambios para las empresas dedicadas a la comunicación y para los propios periodistas.
Por otro lado, en Venezuela se aprobó una nueva Ley de Medios de Comunicación en el año 2010, en ese entonces con el entonces presidente Hugo Chávez Frías; incluso este personaje fue homenajeado con el premio Rodolfo Walsh que otorga la Universidad de La Plata cuando presentó su libro “La batalla contra los monopolios mediáticos”(2011).
En Bolivia, la Nueva Constitución Política del Estado boliviano establece que los medios de comunicación social no podrán conformar de manera directa o indirecta, monopolios y oligopolios. En ese país, los enfrentamientos entre Gobierno y el grupo empresarial más grande en comunicaciones también se dieron. Es el grupo Grupo PRISA (dueño de los diarios La Razón, Extra, El Nuevo Día, y parte de la cadena ABC, además de numerosos medios en América Latina), el que tuvo mayores problemas. Curiosamente, el Grupo PRISA es una de las mayores editoras del mundo, posee participación en radios, periódicos, televisoras e imprentas en gran parte del mundo hispano y hasta en Estados Unidos, su producto más publicado es el Diario El País, socio estratégico del Grupo La República que en el Perú cuestiona a El Comercio.
En Chile, el Mercurio suma 19 diarios regionales, y no solamente posee más del 50 por ciento del mercado de la prensa del país (traducida en lectoría), sino también buena parte del mercado de la publicidad. En este país son pocas las familias que concentran a los medios de comunicación más importantes del país, como se ve, no es un panorama distinto al nuestro.
Lo negativo de todas las regulaciones impuestas en los gobiernos que hemos revisado es -en la mayor parte de los casos- el intento de controlar la producción de contenidos a favor de las gestiones gubernamentales y no para el desarrollo social, atentando de manera abusiva a la libertad de prensa en esos países. 
En tal contexto regional, el debate en el Perú por la “concentración de medios” se ha acrecentado por la declaraciones que hiciera el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, en diciembre del año pasado. “Es una vergüenza que en el Perú estemos teniendo un grupo que sea prácticamente el dueño de los medios de comunicación, es peligroso”, declaró en aquella ocasión. (LA REPÚBLICA, diciembre 2013).
Casi a la inmediatez, el congresista Manuel Dammert respondió presentando un proyecto de Ley que pretende reglamentar a los medios de comunicación escritos y la producción de contenidos, no así buscando darle sostenibilidad a la diversidad informativa y de opinión.

Sincerando la concentración.

Con la adquisición de una parte del accionariado de Epensa por El Comercio, este conglomerado ha empezado a tomar una posición de ventaja frente a La República, que hasta el 2013 añoraba lograr la compra indicada.
En el nuevo contexto, la asociación de El Comercio y Epensa las ha hecho propietarias de ocho diarios y varias revistas, esto representa el 13 por ciento de periódicos que actualmente circulan en el Perú, por ese lado es poco probable considerar a este fenómeno como una concentración de empresas o casa editoras.
Asimismo, a diferencia de la radio y televisión, para que un medio escrito ingrese al mercado no es necesario un permiso gubernamental, puesto que los periódicos no usan espacios radioeléctricos (como sí ocurre con la radio y televisión), a lo mucho, el empresario que quiera incursionar en este campo tendrá que -aparte de montar su sistema interno de producción- firmar un convenio con el gremio nacional de vendedores de periódicos, revistas y loterías, y así garantizar su presencia en la cadena de distribución.
Igualmente, es necesario ver la realidad peruana en cuanto al consumo de medios escritos. En Lima, los diarios del Grupo El Comercio tienen ahora el 85,69 por ciento al haber sumado su 62,77 por ciento previo (713.578 ejemplares), con el 22,92 por ciento de Epensa (260.125 ejemplares); los medios de La República se quedan con el 9,24 por ciento de nivel de lectoría.
No obstante, en provincias ocurre algo distinto. En diferentes ciudades del Perú, sin considerar Lima y Callo, los diarios de Epensa, El Comercio y La República poseían hasta el año pasado el siguiente nivel de lectoría: 33; 31,25; y 29,1 por ciento de las ventas, respectivamente. Desde la compra de Epensa, El Comercio tiene en provincias el 64,25 por ciento de ventas.
Si la compra de Epensa hubiera sido favorable a La República, en la actualidad no estaríamos hablando de una “concentración de medios” ocasionada por las ambiciones de El Comercio, sino de un duopolio, puesto que en Lima hubiera subido su participación al 32,16 por ciento, pero en provincias, hubiera tenido 62,1 por ciento del mercado.
“El éxito de la operación de Mohme también hubiera producido una situación de concentración indeseable en las provincias, con posibilidades de pacto entre grandes en perjuicio de los medios locales o de terceros”. (PINO, enero 2014)
De manera que el reclamo por la supuesta “concentración de medios” carece de legitimidad en esta coyuntura. Un debate nacional es totalmente válido para garantizar una desconcentración del poder mediático, eso es legítimo para generar mayor competencia y diversidad, siempre y cuando no sea fomentada por otras empresas que pretenden hacer lo que tanto cuestionan o el gobierno que apunta al control de contenidos.
A todo esto, resulta que La República anunció en el año 2012 que el diario de mayor difusión en España, El País, se distribuiría en Lima junto con su principal producto (La República). "Hoy vendemos más de 40 mil ejemplares diarios en edición en papel en seis países en América Latina", señaló Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo PRISA, empresa editora de El País.
El grupo PRISA es pues en el momento una transnacional de medios de comunicación, acusada de concentrar medios en varios países de Lationoamérica, con poder grande en España y hasta en los sectores latinos de Estados Unidos.
Resulta curioso haber visto a Mario Vargas Llosa sumarse a la campaña contra la “concentración de medios” de El Comercio en Perú para apoyar al rotativo que ahora replica sus colaboraciones (La República) desde, precisamente, una editora que ha logrado una de las mayores concentraciones de audiencia y empresas comunicacionales.
“Vargas LLosa ahora se manifiesta contra la concentración de medios, aquí, pero no lo hace cuando el grupo PRISA concentra en sus manos no sólo medios de radio y TV sino a las mayores editoriales españolas (Grupo Santillana: comprende las editoriales Santillana Educación, Santillana Formación, Richmond Publising, Alfaguara, Alfagura Infantil y Juvenil, Taurus, Aguilar, El País-Aguilar, Altea, Punto de Lectura y SUMA) y su accionariado mayoritario de PRISA (57.7 por ciento) es yanqui: Liberty Acquisition Holding (Phoenix Group)”. (CASTRO, enero 2014)
Hay que agregar que el grupo PRISA también ha mostrado interés para adquirir acciones de la cadena radial más importante del Perú (RPP), con lo que su presencia en este país quedaría consolidado.
Es por esa razón que el debate impulsado por La República se ha deslegimitizado en el Perú, pues, por ahora, es un simple problema entre privados. Incluso el propio Mohme ha admitido que “el remedio puede ser peor que la enfermedad” al oponerse a una “Ley de Medios” que se ha puesto en agenda del Congreso de la República, pues asoma el peligro de una regulación de contenidos, muy peligrosa en democracias adolescentes como la nuestra.
Tras esta compra solo vemos que El Comercio busca homogenizar criterios políticos en las esferas de poder camino a las próximas elecciones y al Bicentenario de la independencia nacional, mientras que La República (aliada de El País) pretende facilitar el ingreso del grupo PRISA para igualmente imponer una clase política, incluso esa izquierda que la derecha requiere.

Libertad de empresa.

El monopolio se da cuando existe la vocación empresarial para ser el único que produzca, venda o distribuya en el mercado algún producto o servicio.Una de las prácticas conocidas sobre el tema es la adquisición de accionariado en las empresas que significan competencia, en algunos casos para desaparecerlas y en otras para garantizar su diversificación.
“Ser el único productor, con el precio que él quiera, con la producción que le convenga es el sueño de muchos empresarios émulos de Luis XIV (L'État, c'est moi» («El Estado soy yo»). La toma de decisiones se formará entonces básicamente por el accionista mayoritario, y la gerencia ejecutará las directivas. Supuestamente si uno adquiere las empresas de la competencia, es para hacerse del mercado; y como es el único productor, pues subirá inmediatamente los precios del producto, consiguiendo con eso la máxima rentabilidad: Al no haber competencia, pues el cielo es el límite”. (PINO, enero 2014).
Sin embargo, para juristas como Miguel Pino Ponce, el monopolio es un premio que obtiene un emprendimiento dentro del mercado, ya que gracias a su empuje ha logrado posicionarse excluyentemente frente a la competencia.
Para Pino hay que saber diferenciar monopolio de prácticas monopólicas. Ciertamente hay varios requisitos que se debieran de cumplir en un mercado para hacer posible la práctica monopólica, puesto que no solo se requiere que haya un producto y un solo productor, es mucho más, como veremos a continuación.

Prácticas monopólicas.

Para analizar estos temas, es necesario revisar lo que señala la Constitución Política del Perú.
Respecto al pluralismo económico, el artículo 60 dice: “El Estado reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa. Solo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional. La actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo tratamiento legal”.
Asimismo, sobre la libre competencia se afirma lo siguiente en el artículo 61: “El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concentración puede autorizar ni establecer monopolios.
La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y comunicación social; y, en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.
Desde el punto de vista del derecho económico, para que la práctica monopólica se puede dar en cuanto exista la transgresión a un mercado relevante, ausencia de productos sustitutos y barreras de acceso al mercado.

A) Mercado relevante.
Quiere decir esto que se debe determinar el área geográfica de influencia del único producto o productor. Se podría hablar de una ciudad, distrito, provincia o país. En el caso de los medios de comunicación, el diario de mayor lectoría en la ciudad de Lima no puede ser necesariamente el de mayor aceptación en provincias.
En el caso del diario El Comercio es así. En Lima tiene el 49.3 por ciento del mercado en lectoría, no obstante, en Puno su nivel de venta no supera los 100 ejemplares diarios; en provincias como Puno hay una fuerte tendencia a preferir productos locales, en este caso, la población se informa por radioemisoras, canales de televisión y periódicos locales, en consecuencia las noticias de orden nacional son desplazadas a un segundo lugar.
Un ejemplo de ello es que cada vez existe la preferencia de los empresarios para generar productos regionales en lugar de solamente poner una oferta nacional, en los últimos años hemos visto la “descentralización” de la agenda mediática en periódicos como Perú 21, Trome, Correo, La República, Ajá, El Popular, entre otros.
Y si ampliamos el tema a los medios televisivos el panorama es mucho más controversial. “Juliaca tiene 20 licencias para canales de televisión, uno de los números más altos del Perú, que la coloca en décimo lugar en cuanto a licencias, frente a ciudades de mucha mayor población e importancia como Lima, Arequipa, Cusco o Chiclayo. Es importante anotar que, después de Lima, el departamento de Puno (donde está ubicado Juliaca) es el que más estaciones de televisión tiene en el Perú.” (PINO, enero 2014).
La constitución política del Perú prohíbe el “acaparamiento” de medios, y está pensado para la radio y la televisión, porque ambas dependen de un espectro radioeléctrico cuyo número de frecuencias es limitado; ergo es en un espacio “donde la puerta no está siempre abierta al ingreso de nuevos competidores, como sí sucede con la prensa escrita, donde el ingreso es ilimitado (en cuyo mercado, por cierto, está confirmada la próxima llegada de un nuevo competidor, aparición que nosotros, que sí creemos en la competencia, aprovechamos para saludar). No hay, pues, un vacío legal por reglamentar, como lo ha sugerido equivocadamente el primer ministro…” (EL COMERCIO, octubre de 2013).

B) Productos sustitutos.
Una posición dominante, como la que ahora se le atribuye a El Comercio, no sirve de nada cuando existen productos sustitutos en el mercado. Un monopolista pretenderá hacer subir los precios de su producto, pero el consumidor podría reaccionar adquiriendo otros que suplan la misma función.
Ahora bien, cuando hablamos de medios de comunicación, no solamente hablamos del periódico (papel), también lo hacemos de la producción de contenidos.
En tal sentido, si por ejemplo existe una sola opinión en los periódicos, pero coexisten medios virtuales de opinión diferente, u otros medios independientes, es lícito creer que el mercado de moverá contra la opinión monocorde. En la actual realidad donde impera la Ley de la Oferta y la Demanda, es el consumidor quien finalmente tiene poder para decidir entre tal o cual opción, a las empresas no les queda más remedio que competir y ofrecer mejores productos para lograr cautivar a -en este caso- los lectores.
Si revisamos la historia reciente del Perú, en la década de los noventa, la mayor cantidad de medios de comunicación estuvieron al servicio de la mafia fujimontesinista, en esa coyuntura se intentó esconder las protestas contra el Gobierno y la re-relección de Alberto Fujimori, sin embargo, los canales de cable, los medios del extranjero y otros independientes dieron gran cobertura a lo que estaba aconteciendo, de nada le sirvió al Gobierno haber corrompido a los propietarios de los medios de comunicación más importantes del Perú.
Con el crecimiento de los medios virtuales y la expansión de la internet, pensar en un dominio absoluto de la información y opinión, está mucho más lejos de concretarse que en la década de los noventa. Los productos sustitutos son diversos, abusar desde la posición ventajosa del poder sería peor que la enfermedad para el conglomerado El Comercio.

  1. Barreras de acceso al mercado.
En el peor de los casos, si existiera un solo productor y no haya sustitutos, en nuestro país no existe impedimento legal, según la misma Constitución Política del Perú, para el ingreso de más empresas.
Asunto diferente es para la radio y televisión, pero en el caso de prensa escrita no existe limitación alguna, similar es el caso del periodismo virtual que parece no tener límites de crecimiento.
Hay casos en los que la agenda principal de los medios masivos (tradicionales) ha sido “impuesta” desde los medios virtuales, es decir que hay mucho pan que rebanar con el desarrollo de esta área, pues cada vez son más los medios de mínimo costo, pero de alcance masivo.

A modo de conclusión.

  1. La campaña impulsada por La República es ilegítima, no solo porque el modelo económico que este mismo grupo defiende permite concentraciones, sino porque su objetivo es actuar de la misma forma que ahora acusa a su competidor.
  1. Las lineas editoriales de los medios escritos involucrados en el Perú no han cambiado, con solo decir que siguen habiendo tres grandes editoriales (El Comercio, Epensa y La República) que hoy manejan sus periódicos como lo hicieron antes de la supuesta “concentración de medios”.
  1. Requerimos en el Perú debatir y generar mecanismos para reforzar la difusión de la diversidad de lineas editoriales, pero no prohibiendo y persiguiendo el crecimiento de las empresas comunicacionales, sino reforzando y creando oportunidades para los que hoy aún son pequeños y distintos.
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(1) El grupo El Comercio es el principal conglomerado de medios de comunicación escritos en el Perú, está ligado a grupo de poder económico de derecha.
(2) El grupo Epensa, es la segunda empresa de comunicaciones escritas con mayor aceptación en Perú, su diferencia con El Comercio no dista más allá de las agendas particulares y electorales, en lo económico comparten puntos de vista.
(3) El Grupo La República es el tercer conglomerado de medios comunicación en Perú, se definen como un sector empresarial comprometido con la socialdemocracia.
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Referencias bibliográficas:

AGOIS, Luis, declaraciones a Atv + http://www.youtube.com/watch?v=UYN1UQqa1aY
EL COMERCIO, editoriales sobre Concentración de Medios http://elcomercio.pe/
EL PAÍS, artículos sobre Concentración de Medios http://elpais.com/elpais/portada_america.html
LA REPÚBLICA, artículos y editoriales sobre Concentración de Medios http://www.larepublica.pe/
PINO, Miguel, ensayo de Derecho Económico publicado en http://prensatur.pe/
UCEDA, Ricardo, artículos sobre Concentración de Medios http://www.poder360.com/
SOCIEDAD DE EMPRESA PERIODÍSTICAS DEL PERÚ, http://sepp.pe/

WITKER, Jorge, Introducción al Derecho Económico, 1999
FOTO: http://vozliberal.blogspot.com/