Por: Hugo Supo
Este cronista advirtió en su debido
momento que el tema de la “Avenida del Folklore” para organizar
una veneración a la virgen de la Candelaria podría traer
consecuencias lamentables.
¿Por qué? La respuesta es simple: el
proyecto nace de un mero cálculo político del presidente regional
Mauricio Rodríguez y su cúpula.
No exagerábamos cuando escribimos, en
esta misma columna, que los proyectos de la entidad regional tenían
cierto tufillo a campaña reeleccionista. Han pasado algunas semanas
desde entonces y, como ven, los hechos nos dan la razón.
La Federación Regional de Folklore y
Cultura de Puno liderada por Javier Ponce Roque (otro aspirante a
autoridad) tampoco ha planificado como lo prometió. La improvisación
mostrada en temas como la controversial nueva ruta y aspectos más
concretos como el deslucido lanzamiento del pasado domingo son
pequeñas muestras que sustentan nuestra denuncia.
Toda estas acciones y decisiones de
último momento están dañando inmensamente al producto Candelaria
2014, sea como se considere a este: religioso, turístico,
folklórico, etcétera.
Esa obra, decidida entre gallos y media
noche, para quitar la berma central de la avenida Simón Bolívar no
es un proyecto, si lo fuera, se hubiera pensado en cómo superar el
desnivel entre ambas vías, la arborización, la reubicación del
cableado por el subterráneo y otros detalles. Mal pues.
Y lo peor. Antes debió coodinarse
temas primordiales como el cumplimiento de la veneración, sobre todo
porque el Estado peruano ha presentado un expediente ante la UNESCO
para declarar esta actividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de
la Humanidad desde el aspecto del fervor religioso católico. Nada de
eso se hizo.
Ahora que, por capricho y falta de
liderazgo de los precandidatos, se corre riesgo de no recibir la
aclamación de la UNESCO, ¿cómo van a pasar a la historia esta
gente? (Publicado en Correo Puno 16/01/14)
1 comentario:
¿Te crees Colòn?
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