Por: Hugo Supo
Dice la Psicología que la amnesia es
un trastorno del funcionamiento de la memoria, durante ese tiempo una
persona es incapaz de conservar o recuperar información almacenada
con anterioridad.
Sus causas pueden ser orgánicas, que
incluyen daño al cerebro, y funcionales, que son factores
psicológicos, como mecanismos de defensa.
En cualquiera de los casos, lo seguro
es que el olvido impide observar el pasado, ergo, proyectar el futuro
a través del presente. Sencillamente es imposible un futuro
consolidado si hemos perdido de vista los hechos de atrás.
Una sociedad amnésica corre el riesgo
de errar tantas veces pueda si opta por desentenderse del pasado,
así también está en la eventualidad de no saber potenciar las
ventajas que ha podido descubrir con la experiencia.
Y para lamentar nuestro, hasta ahora la
sociedad peruana está desconectada con su pasado. Escasos son los
esfuerzos por tener claro ese camino retrospectivo.
Dentro de esas pequeñas luchas debemos
de referir, necesariamente, a la maestra María Rostworowski,
historiadora que acaba de fallecer tras cumplir su centenario de
vida.
¿Por qué es importante para los
puneños? Porque aunque la academia altiplánica no la haya
reconocido como merece, María Rostworowski tiene sangre puneña por
su madre Rita Ana Tovar del Valle. Como ella misma decía: “Puno es
su conexión con esa afición andina”, que la ha caracterizado
durante sus investigaciones.
María Rostworowski es, además, la
representación de una mirada menos utópica de la civilización
andina, pues con sus estudios ha sincerado y humanizado a los incas.
Agradable es por ejemplo cuando, en su
obra Pachacutec, nos explica la innegable vocación expansionista
altiplánica que se efectivizó desde tiempos de Manco Cápac,
vocación vigente hasta el presente y, al parecer, clave para el
futuro.
Amigas y amigos, no olvidemos pues el
pasado, tampoco a quien no los clarifica. (Correo Puno-Juliaca
10/03/16 Foto: Internet)
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