Por: Hugo Supo
“PDR ha elegido el camionazo”. Con
este sugerente título el izquierdista Juan Rojas Vargas ha
denunciado esta semana “mañoserías y fraudes” al interior del
movimiento político Poder Democrático Regional (PDR) en el momento
de elegir a los nuevos directivos encargados de organizar a los
militantes con miras a las elecciones regionales y municipales de
2018.
El amplio comentario ha circulado
también en las redes sociales, haciendo notar las debilidades de la
organización que lidera el congresista que más votación captó en
2016 en Puno (Alberto Quintanilla Chacón).
El camionazo al que Juan Rojas se
refiere no es otra cosa que la triquiñuela con la que algunos
políticos acostumbran justificar aquello de que tienen bases. En
otros contextos, también se le conoce como “la portátil”, esa
que Alejandro Toledo acostumbraba activar cada vez que tenía ganas
de un baño de popularidad.
Finalmente, en el congreso del 24 y 25
de marzo pasados, presuntos militantes del PDR (al menos en esa línea
es la denuncia de Rojas) han elegido a Richard Gonzáles Salcedo como
secretario general del movimiento. El mismo Juan ha aceptado la
asunción de los nuevos encargados de la conducción partidaria.
Esta es, pues, una muestra de lo que
ocurre en las organizaciones políticas de la región, triste
realidad de crisis institucional, heredada de una democracia sin
partidos expuesta en blanco y negro por el politólogo Martín
Tanaka.
Y eso que estamos hablando del PDR, sin
duda, el movimiento que más tiempo ha resistido a borrarse del mapa,
ya que -aunque a la luz del caudillaje- todavía es vigente en el
Altiplano.
Ahora bien, si estas cosas ocurren
entre los orgánicos socialistas seguidores de Quintanilla, ¿qué
estará pasando en los otros movimientos?, ¿cómo es que se están
manejando las dirigencias de las otras seis organizaciones que
mantienen su inscripción ante el JNE?, o en las que pretenden
inscribirse. No se oye padre. (Correo Puno Juliaca 30/03/17 Foto:
Difusión)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario