viernes, octubre 27, 2006

Nada ha cambiado, sólo tú

Por: Hugo Supo

Cuando cae la noche, cuando las calles, mudos testigos de las andanzas de aquel niño casi hombre te atrapan y te trasladan a la memoria esos momentos; cada paso, la emoción, cada preocupación por llegar a casa temprano, antes que papá y mamá se enfaden, cada gesto antes de hacer la retirada. Es como si cobrara fuerza en mis oídos aquella vieja canción que de pronto encontré entre las cosas que ya había olvidado, el tekcno clásico o el industrial estaba de moda, lo recuerdo… ¡Oh que momentos!. Fue difícil para mí.

Y “mojado” con una lluvia de nostalgia, lanzo mi indiscreta pregunta para mí: qué hice con mi vida. El tiempo ha pasado raudo, los días, las horas, los minutos, los segundos, el tiempo es cruel. Quizá no fue ideal pasar de nuevo por esa calle, vivirlo nuevamente. Hubiera escapado del “tormento”.

Las luces de la ciudad ya habían encendido, los autos circulaban como siempre, la gente, era quizá la misma de hace 10 años. Recuerdo que tenía 15 o 16, aquel niño camino a ser hombre solía echar a andar su libertad por esas plazas y parques.

El otro día fui protagonista de ese mismo panorama, el recuerdo vino a mi, como una película en la que se reviven esos momentos, claro, sólo que esta vez no iba camino a casa.

Papá y mamá me esperaban como hace 10 años, la casa queda en el mismo lugar, los vecinos son casi los mismos, la ruta no ha cambiando. Pero el niño ahora hombre, no puede aunque quiera retornar. Tiene que ir donde su mujer…

Los mudos testigos de aquellas escenas me dicen que casi nada ha variado. Cambiaste tú, creciste, no eres el de antes. Y la nostalgia te trae a la memoria esos momentos, aquellos iguales al otro día, esos que añoras, esos que talvez sólo mi hijo podrá vivirlo.

No hay comentarios.: